La vereda la violeta es un lugar con mucha historia. Su construcción ha sido un proceso de lucha y amor por el territorio. Y aunque muchos de los adultos conocen a fondo la historia, los jóvenes suelen pasarla por alto.
(Vereda la Violeta, 2025)
Hace mucho tiempo, cuando La Violeta era un lugar muy distinto al que es hoy, circula una historia sobre una monja que llegó a la vereda. Al ver que no había escuela y que los niños carecían de educación, comenzó a reunirlos para darles clases. Sin embargo, se dice que, movidos por la envidia, los habitantes la expulsaron de la comunidad. Llena de dolor y rencor, la monja maldijo el lugar, condenándolo a la desunión eterna.
Lejos de comprobar su veracidad, lo cierto es que, pese a la supuesta maldición, La Violeta ha sido un ejemplo de solidaridad y apoyo mutuo. La comunidad siempre ha destacado por su unión a la hora de ayudar a quienes más lo necesitan. No obstante, quizás por los cambios de los tiempos, hoy en día esa misma unión no se refleja con la misma fuerza en espacios políticos o sociales que requieren compromiso colectivo.
Poema a la violeta
"El lugar donde vivo es simple y sencillo para mi tiene su encanto embrujador, es un lugar lleno de magia y misterio donde transcurre a diario mi cotidiano vivir, es un lugar legendario sus mañanas son hermosas apacibles y serenas, sus atardeceres son un derroche de ensueños poesía esplendor donde el silencio se conjuga con el aroma de una flor, el trinar de las aves invitan a un concierto de música salvaje donde las almas sencillas le rinden un homenaje al creador." (Amanda García Giraldo, 2025)